Caridad:
Según las estadísticas más de 1,000 millones de personas en el mundo viven en la pobreza extrema (con menos de un dólar al día), más de 1800 millones de personas no tienen acceso al agua potable, 1,000 millones carecen de una vivienda digna, 840 millones sufren de mala nutrición, 880 millones no tienen acceso a servicios básicos de salud, y 2,000 millones carecen de medicamentos esenciales. 200 millones de estos son niños menores de cinco años y cada 5 segundos muere un niño menor de 10 años porque tiene hambre, porque probablemente lo único que ha comido en días son las sobras de un zafacón y agua sucia de un charquito provocado por la lluvia, eso sí tuvo suerte y esa semana llovió. Imagínate tú ser ese niño, un niño al que la pobreza le robo su infancia, un niño que no pidió venir a este mundo a sufrir, un niño que no sabe si mañana verá un nuevo amanecer o si simplemente su cuerpecito dormirá para siempre. Ponte en sus zapatos imagínate como te sentirías al ser marginado por la sociedad, imagina ser un anciano solo, imagina ser un niño maltratado, imagina sentirte solo en este mundo y pregúntate, ¿qué te gustaría que hicieran por tí? Eso y simplemente eso es la caridad, hacer por los demás lo que te gustaría que hicieran por ti si ese fueras tú. La caridad no pide dinero, ni sacrificio extremo, la caridad solo pide un poquito de compasión, un poquito de consideración y una pizca de conciencia. Pide una sonrisa para el niño que pasa por tu lado en sillón de ruedas, pide un abrazo para el anciano solo, pide una mano para el enfermo, pide tu presencia para alentar al deprimido, la caridad solo pide que seas un buen amigo.
Idalis Cardona
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